A la salida de la
cárcel
Aquí
la envidia y mentira
me
tuvieron encerrado.
Dichoso
el humilde estado
del
sabio que se retira
de
aqueste mundo malvado,
y con
pobre mesa y casa
en el
campo deleitoso
con
sólo Dios se compasa
y a
solas su vida pasa
ni
envidiado ni envidioso.
Este
poema pertenece a Fray Luís de León (1527-1591), humanista cristiano que
integró conocimientos clásicos desde una vista cristiana. Estudió en la
Universidad de Salamanca y estuvo cinco años encarcelado en prisión. Es autor
de 23 odas. Esta fue su XXII oda. El tema es la vida después de la cárcel.
Este
poema consta de dos estrofas con once versos. Es octasílabo (arte mayor), con
rima consonante y es un soneto. Se encuentran anáforas en los versos 6 y 10 (y)
para dar ritmo al poema y destacar esas partes. Un polisíndeton en el verso 11
(ni) para destacarlo y darle fuerza. Y un hipérbaton en el verso 1 (aquí) para
darle ritmo. Paranomasia en el verso 11 (envidiado y envidioso).
El poema
tiene dos partes, la 1ª (del 1 al 5) presenta que ha estado mucho tiempo en la
cárcel en la soledad. Y en la 2ª (del 6 al 11) concluye que mejor de todo es la
vida tranquila en el campo, inspirado en ''beatus ille'' (<<feliz
aquel>>) que busca la paz espiritual, como en la Oda a la vida
retirada. Hay metonimias en los versos 3 (humilde estado) y 10 (a solas su vida pasa). Perífrasis en el verso 6 (y con pobre mesa y casa).
En conclusión, en este poema el autor nos quiere contar que fue de su vida después de estar cinco años en la cárcel por escribir contra la iglesia siendo catedrático, aunque él no dudo de sus creencias, combino entre si en teocentrísmo y el antropocentrismo. Además su tema principal era la huída del mundo y la paz espiritual, y aquí nos la muestra expresando la vida en el campo (beatus ille). Fray Luís de León perteneció al humanismo y renacimiento, que fue cuando la gente empezó a creer mas en el hombre, que lo podía hacer todo como por ejemplo: ir a la guerra y saber escribir; Dios ya no era tanto el centro del mundo. En mi opinión, él empezó a escribir pensando que el hombre era el centro del mundo para que la gente lo lea y se interese por lo que escriba, pero siguiendo con sus tradiciones y creencias cristianas, además siempre pensó en eso y nadie pudo hacer que cambiara de opinión, incluso los 5 años de cárcel.
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